Parece que por fin el sector financiero español va a hacer realidad una de las peticiones más recurrentes de estos últimos años desde el sector digital, el llamado cajón de arena, internacionalmente conocido como sandbox. Su demanda (sobretodo solicitada desde la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI) ) viene dada por la necesidad de poner a prueba modelos de negocio emergentes que aún no se encuentran protegidos por regulación.
A la hora de definir el concepto sandbox podemos entenderlo como un sistema diseñado para regular las empresas Fintech, es decir empresas innovadoras. Pero en la práctica ello se traduce en que esta caja de arena supondrá un campo de pruebas para poder experimentar libremente en materia de economía digital.
Gracias a este sandbox, se podrán ver sin riesgos proyectos innovadores para que agilicen su crecimiento sin colisionar con derechos de los consumidores.
Además, con este nuevo paso se fomentará el desarrollo de nuevas Startups Fintech y acelerará la transformación digital en el sector financiero.
Aunque todavía es pronto para verlo en funcionamiento, solo estamos en el anteproyecto de Ley, en el Sandbox se harán pruebas con productos y servicios que ya se consideren viables técnicamente que necesiten garantizar que están listos para el mercado sin llegar a situaciones riesgo en el mercado.
De hecho, al disponer de esta garantía de seguridad previa, las inversiones aumentaran. Este tipo de proyectos tenían dificultades de inversión debido a esa falta de prueba real.
Al final, se trata de un proceso de preparación para el mercado en donde se establecerán pruebas de entorno, junto a la necesidad de obtener la correspondiente autorización de la Administración.
Como siguientes pasos, tras la aprobación del anteproyecto de ley para la Transformación Digital del Sector Financiero por parte del Consejo de Ministros, el proyecto deberá ser aprobado como Ley en las Cortes.
Una vez aprobada la Ley, el Tesoro realizará convocatorias para la gestión de los proyectos, creando una ventanilla única en la Secretaría General del Tesoro para presentar solicitudes de los proyectos. Con ello, el Tesoro estudiará cada solicitud presentada (se estima que en el plazo de 1 mes) junto al correspondiente supervisor financiero el estado de desarrollo y con ello se dará luz verde a los proyectos más innovadores y avanzados en desarrollo