SKF lanza el retén axial exclusor, diseñado específicamente para el mercado de la energía eólica, que aborda las difíciles condiciones que tienen que afrontar los ejes principales de las turbinas eólicas. El retén axial exclusor ofrece una vida útil considerablemente más larga y una protección frente a la contaminación para aumentar la fiabilidad de las turbinas eólicas y reducir sus costes de mantenimiento. Por último, el retén puede ayudar a los operarios de los parques eólicos a reducir los riesgos de fallos en los rodamientos relacionados con los contaminantes, y los resultantes altos costes provocados por las paradas no planificadas, reparaciones y pérdidas de producción.
"Con esta excepcional prolongación de la vida útil, el retén puede cumplir con las inspecciones de mantenimiento programadas estándar de los parque eólicos – una enorme ventaja en cuanto a una programación del mantenimiento más rentable", comenta M.a Concepción Martín, Jefe de Producto SKF Sealing Solutions.
Hasta ahora, la industria de la energía eólica había tenido que confiar en retenes exclusores de caucho estándar, disponibles en el mercado para la industria general que no consideraban, cuanto menos abordaban, los retos encontrados en los ejes principales de las turbinas eólicas. Estos retenes exclusores de caucho se pueden desgastar rápidamente, ya que no son capaces de soportar las rugosas superficies de contacto y condiciones de lubricación escasa.
El retén axial exclusor HRC1 de SKF está diseñado para superar estos retos. El retén está fabricado con un material H-ECOPUR especial, un material poliuretano desarrollado especialmente por SKF que ofrece una excelente resistencia a la abrasión y a las roturas. Disponible con un diseño enterizo o partido, este retén también incluye una banda de sujeción de acero con un mecanismo de cierre rápido para instalación en torre.
Trabajado conjuntamente con un conocido fabricante de turbinas eólicas, SKF sometió al retén axial exclusor HRC1 a una extensa prueba de campo. Tras su instalación en 40 turbinas 2,5 MW diferentes, el retén funcionó de forma continua bajo condiciones reales. Tres meses después, una inspección inicial reveló algo de desgaste de funcionamiento normal en los retenes. Seis meses después, sólo se podía detectar un desgaste adicional mínimo.