Bové Montero y Asociados: Las claves del Estado de Información No Financiera (EINF)

En los últimos años, se ha visto una creciente demanda de mayor transparencia por parte de inversores, consumidores y de la sociedad en general. Esto ha llevado a que muchas compañías hayan empezado a incorporar información en materia de sostenibilidad y responsabilidad social corporativa en sus informes y memorias anuales, complementando la información financiera. La propia legislación española ha contribuido a impulsar esta nueva necesidad de información con la Ley 11/2018 en materia de información no financiera y diversidad.

¿Qué es el Estado de Información No Financiero (EINF)?

A grandes rasgos, el EINF resume las políticas sobre responsabilidad social corporativa de la entidad. El documento debe contener, como mínimo, información relativa a cuestiones medioambientales, sociales y relativas al personal, sobre el respeto de los derechos humanos, sobre la lucha contra la corrupción y el soborno, y sobre los compromisos de la empresa con el desarrollo sostenible. Además, deberán facilitarse una serie de indicadores clave para cada una de las cuestiones del informe. El EINF deberá ser formulado por los administradores de la entidad y deberá ser verificado por un experto independiente, como un auditor de cuentas.

¿A qué empresas se aplica la Ley de Información No Financiera?

El primer requisito que tiene que cumplir una empresa para estar obligada a elaborar el EINF es tener como mínimo 250 empleados. El siguiente criterio es que, o bien 1) tengan la consideración de entidades de interés público, o bien, 2) durante dos ejercicios consecutivos reúnan, las circunstancias siguientes:

  • Activos superiores a 20 millones de euros.
  • Cifra anual de negocios superior a 40 millones de euros.

¿Qué pasa con filiales de grupos extranjeros?

En los grupos extranjeros, la filial española (o el subgrupo español) estará obligada a publicar el EINF de acuerdo con la normativa española. En consecuencia, la filial española tendrá dos opciones para cumplir con la normativa:

  1. Elaborar un EINF individual completo; o bien
  2. Elaborar un EINF complementario al EINF del Grupo que incluya la información complementaria exigida por la normativa española.

 ¿Te enfrentas por primera vez al reto de elaborar y presentar el EINF?

La elaboración del primer informe puede ser un proceso delicado, por tratarse de una obligación nueva, que afecta a distintas áreas de la organización y requiere varias vías para recolectar la información. Por esta razón, el primer año es clave y debe servir como referente para crear la estructura del informe, establecer los canales de comunicación con los grupos de interés y definir los procesos de recolección de información que facilitará el trabajo en los ejercicios venideros.

En este sentido, Bové Montero y Asociados ha desarrollado un plan basado en cinco pasos para ayudar a las empresas que se enfrentan por primera vez a este reto:

  1. Diagnóstico: determinar el grado de cumplimiento de la organización con los requisitos de la Ley analizando las políticas, procedimientos y sistemas de control existentes y determinar los que faltan.
  2. Análisis de materialidad: definir los grupos de interés, las cuestiones materiales para la organización y los canales de comunicación con los grupos de interés. La correcta determinación de éstos es la piedra angular sobre la que se construirá el informe.
  3. Medición de resultados: definir y medir los indicadores clave de rendimiento (KPIs) para poder analizar el progreso de las políticas y compararlas en el tiempo.
  4. Elaboración del informe: describir los riesgos, políticas, indicadores y resultados en cada cuestión y justificar los aspectos no incorporados.
  5. Verificación: realizado por un experto independiente, tiene como objetivo obtener evidencias de que el EINF está libre de cualquier error significativo y así, garantizar la fiabilidad.

Para finalizar, es importante entender que la creciente demanda de transparencia por parte de inversores, consumidores y de la sociedad en general, no se restringe al mero cumplimiento normativo o a la presentación del EINF. La transparencia implica, además, el compromiso de las organizaciones por incorporar, en su modelo de negocio y en su cultura, políticas y herramientas de responsabilidad social, responsabilizándose así de las consecuencias y de los impactos que derivan de sus acciones. Aquellas empresas que adquieran internamente tales valores positivos, y que los informen adecuadamente en sus estados financieros y no financieros, estarán en una mejor situación competitiva que el resto.

 

bovemontero

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