LetsLaw: Anteproyecto de la ley de startups
INTRODUCCIÓN
El pasado 06 de julio, el Consejo de ministros aprobó el anteproyecto de Ley de Fomento del Ecosistema de Empresas Emergentes, la conocida como Ley de Startups, una antigua reclamación de los emprendedores españoles.
El Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, a través de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, elevó a audiencia pública hasta el próximo 21 de julio.
PRINCIPALES MEDIDAS
Las principales medidas del anteproyecto de la Ley de Startups corresponden al ámbito fiscal, reduciendo la tributación de las empresas emergentes, del 25% al 15% del Impuesto de Sociedades, hasta un máximo de cuatro años desde su creación.
Contempla la elevación de la base máxima de deducción por inversión en empresas de nueva o reciente creación de 60.000 a 100.000 euros anuales con el fin de fomentar la inversión. Se acompaña, además, por una elevación también del tipo de deducción, la cual pasa del 30 al 40 %, así como el periodo en el que una compañía se puede considerar como de reciente creación. Con carácter general, se eleva de 3 a 5 años, aunque en ciertos sectores se puede llegar a los 7.
El texto también incluye la no obligatoriedad de obtener el número de identificación de extranjeros, el conocido como NIE, para los inversores no residentes. Solo se exigirá que tanto estos inversores como sus representantes obtengan los números de identificación fiscal, nada más.
El texto establece un marco específico para las empresas emergentes (startup), respondiendo a su singularidad y a las principales demandas del sector, con el fin de dar visibilidad a nivel global al ecosistema español de empresas emergentes, atraer inversión y talento.
Las startups son definidas por el Gobierno como empresas de menos de 5 años (7 en biotecnología o industria), no cotizadas, innovadoras y que facturen menos de 5 millones de euros anuales.
OBJETIVOS
Se pretende regular y flexibilizar todas las actividades que las empresas emergentes tienen que llevar a cabo con la Administración a lo largo de su ciclo de vida, en particular en sus primeras etapas, debido a la cantidad de trámites que conlleva el desarrollo de una empresa innovadora de reciente creación y que la penalizan con respecto a otras pymes en aspectos como la fiscalidad o el trámite de visados cuya regulación contempla la nueva Ley.
Uno de los objetivos más importantes de la Ley de Startups es evitar todo lo posible la fuga de cerebros y atraer talento e inversiones.
Las startups también podrán solicitar el aplazamiento de la deuda tributaria del impuesto de sociedades o del impuesto sobre la renta de no residentes con un plazo de 6 a 12 meses.
También se favorecerá a las stock options. El importe de la exención se ha elevado de 12.000 a 45.000 euros anuales en el caso de entrega de startups de acciones, al tiempo que se flexibilizan las condiciones de generación de autocartera en sociedades de responsabilidad limitada.
Además, se quiere facilitar la creación de un régimen tributario concreto para los profesionales que teletrabajan y se han desplazado en territorio español, así como un visado específico para aquellos que trabajen en el país para una empresa extranjera.
El sector ha acogido con cierta satisfacción el anteproyecto, pero urgen al Ejecutivo una actualización de la legislación vigente para adecuarla al contexto actual tecnológico y globalizado. Muchos reclaman que la reducción del impuesto de sociedades no servirá a muchas startups debido a que los primeros años, en este tipo de empresas, se suelen generar pérdidas. Por otro lado, también se considera que será difícil definir exactamente lo que es una startup o que el tiempo durante el que se pueden aprovechar estas empresas de los beneficios sea solo de 4 años, cuando muchos proyectos tardan mucho más tiempo en ver la luz.
El anteproyecto establece un marco específico para impulsar en España la creación y atracción de empresas emergentes, atraer inversión y talento, una de las reformas del Plan de Recuperación y Resiliencia, según ha destacado Nadia Calviño, ministra de Asuntos Económicos.